Miel de Flores Silvestres: el tesoro de Sierra Morena

La miel de flores silvestres “VerdeMiel” te sorprenderá por su sabor, que refleja los colores de un paisaje diverso y natural.  Está elaborada a partir de una gran variedad de flores silvestres que crecen de forma natural en Sierra Morena. Esta variedad puede variar ligeramente su composición dependiendo del clima de cada temporada, ya que las floraciones son silvestres y se produce de manera artesanal.  ¿Te gustaría conocer sus peculiaridades? ¡Toma nota!

¿Qué es la miel de flores silvestres?

 

Una de las preguntas que podemos llegar a hacernos es cuál es la diferencia entre una miel de mil flores y una monofloral. La miel monofloral se obtiene mayoritariamente del néctar de una sola especie de flor. Existe una inmensa variedad de mieles monoflorales: miel de romero, miel de eucalipto, miel  de lavanda, miel de azahar, etc. En cambio, la miel de flores o multifloral es la miel elaborada por las abejas a partir del néctar de las flores de varias especies vegetales.

 

La miel de flores silvestres es una mezcla natural de una gran variedad de flores silvestres del entorno natural de Sierra Morena. La cordillera de Sierra Morena se sitúa al sur de España y separa la Meseta Central y la depresión del Guadalquivir. Cultural, geográfica y etnológicamente se considera Sierra Morena como la frontera natural entre Andalucía y La Mancha. Hoy en día, encontramos una decena de espacios protegidos en la Sierra Morena andaluza, un claro exponente del valor de la biodiversidad que caracteriza a esta zona. Un entorno natural que destaca por la variedad y riqueza de sus paisajes.

¿Cómo se elabora la miel de flores silvestres?

 

Debido a la diversidad de flores de la que se alimentan nuestras abejas, la composición de esta miel es variable en función de las especies vegetales y la meteorología local. Las abejas aprovechan el néctar de flores silvestres como la lavanda, el romero, el tomillo, los brezos, los mirtos y las leguminosas. A partir de estas flores, nuestras abejas autóctonas (Apis mellifera iberiensis) producen una miel cargada de sabor, de polen, esencias, aminoácidos y enzimas.

 

Nuestros apiarios están ubicados en enclaves completamente naturales de Andalucía que ofrecen la mayor diversidad floral en Europa. No elaboramos nuestra miel a través del cultivo intensivo. Buscamos paisajes característicos de Andalucía, donde la floración está adaptada a nuestra severa climatología, huyendo de grandes poblaciones, de autopistas y carreteras muy transitadas.

 

Nuestras abejas no son alimentadas con azúcar, el tratamiento que reciben las colmenas se realiza con sustancias existentes en la naturaleza. Además, nuestra miel no está sometida a tratamientos de calor o filtración durante el proceso de extracción, lo que permite mantener toda la riqueza y el valor agregado de las partículas que pueden acompañar a la miel (polen y propóleos). La miel de VerdeMiel cumple estrictamente con los requisitos de la regulación europea de agricultura orgánica y estamos acreditados por la Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (CAAE). 

 

Únicamente mediante una apicultura local y sostenible podemos preservar nuestro ecosistema y garantizar la elaboración de una miel de sabor intenso y natural.

¿Cuáles son las características organolépticas de la miel de flores silvestres?

 

Las cualidades de esta miel en relación a su color, olor y sabor cambian según las estaciones y floraciones. Sin embargo, en líneas generales es una de nuestras mieles más complejas en cuanto a sabor se refiere, dulce, algo ácido y ligeramente amarga. Su color es ámbar y varía desde tonalidades claras a más oscuras. En relación a su aroma, es caracterizado por intensas notas florales y resulta muy agradable al paladar.

¿Qué propiedades nutricionales aporta la miel de flores silvestres?

 

La miel de flores tiene en su composición natural azúcares de fácil digestión y asimilación, como la fructosa (en mayor medida) y la glucosa y la sacarosa (en menor cantidad). El comportamiento de estos azúcares naturales de la miel en el organismo se convierte en una fuente de energía prolongada.

 

Además, la miel cruda tiene las siguientes propiedades nutricionales:

• · Enzimas que aportan los insectos y las plantas. Esto marca la diferencia respecto a otros edulcorantes, ya que tienen propiedades digestivas, curativas y bacteriostáticas.
• · Proteínas de origen vegetal y animal,  principalmente enzimas y aminoácidos libres (de ellos la prolina es el 50 %).
• · Minerales: fósforo, calcio, magnesio, silicio, hierro, manganeso, yodo, zinc, oro y plata.
• · Vitaminas: destacan principalmente la vitamina B6, B2 y B1. 
• · Ácidos orgánicos: destacan el ácido glucónico, acético, láctico, cítrico, málico, oxálico, butírico y fórmico.
• · Compuestos orgánicos: son los responsables del aroma y sabor característicos de la miel.
• · Compuestos fenólicos: el origen puede estar en el néctar, el polen o el propoleo. Son los responsables del color y tienen propiedades antisépticas, antiinflamatorias y antioxidantes. Se dividen con tres familias: ácido benzoico, ácido cinámico y flavonoides.

¿Cuáles son los beneficios para la salud de la miel de flores silvestres?

 

El consumo regular de miel aumenta la cantidad de glucógeno disponible en el hígado y favorece la función defensiva del sistema inmunitario. Asimismo, actúa como remineralizante natural, ya que debido a su mezcla natural de residuo polínico, es rica en una gran variedad de vitaminas, minerales y antioxidantes. El mecanismo de acción terapéutica de la miel se debe a la acción conjunta de sus variados componentes. Entre los beneficios de la miel destacan los siguientes:

 

• · Propiedades antibacterianas

El efecto antibacteriano de la miel se debe a distintos factores. Por un lado, la alta concentración de azúcares combinada con un bajo contenido de humedad provoca estrés osmótico, que evita el deterioro de la miel por los microorganismos. El bajo pH de la miel  es otro elemento que interviene en la acción antibacteriana de la miel. Por otro lado, la mayoría de los tipos de miel generan peróxido de hidrógeno que al diluirse, contribuyen en esta actividad. En la actualidad, se han identificado otros componentes, como metilglioxal y royalisina, que influyen a la acción antibacteriana de la miel. Se han realizado diversos estudios que demuestran la actividad bactericida de la miel frente al Streptococcus pyogenes, una de las bacterias que vive en nuestra piel. Los resultados demuestran que es muy efectiva, siendo esta una alternativa de tratamiento frente a dicha bacteria. La mejor miel en este sentido, es la que produce la abeja europea (Apis mellifera).

 

• · Prevención y tratamiento de enfermedades respiratorias

A lo largo de la historia, la miel se ha empleado para aliviar los síntomas de los trastornos respiratorios. La Organización Mundial de la salud (OMS) ha citado a la miel como un remedio de gran efectividad para el tratamiento de la tos, además de otros síntomas relacionados con el resfriado común y la gripe.

 

• · Cicatrización de heridas

La miel se ha utilizado desde la antigüedad como tratamiento terapéutico contra infecciones causadas por bacterias en heridas abiertas, úlceras, quemaduras e infecciones oculares. Este hecho se debe a que las abejas añaden al néctar de las flores una enzima llamada glucosa oxidasa. Al aplicar la miel sobre una herida, esta enzima produce a nivel local una liberación lenta de peróxido de hidrógeno, responsable de proteger los tejidos dañados y favorecer su cicatrización.

 

• · Propiedades antioxidantes

Diversos estudios demuestran que el origen vegetal de la miel es la principal influencia en el contenido de antioxidantes. La miel contiene nutrientes y sustancias químicas de plantas como los flavonoides y los ácidos fenólicos que mejoran la inmunidad a través de la actividad antiinflamatoria y antioxidante. Los datos actuales sugieren que la miel, en combinación con la terapia convencional, podría ser un nuevo antioxidante en la gestión de enfermedades degenerativas, como el cáncer y las afecciones cardíacas.

 

• · Propiedades antiinflamatorias

La miel tiene una actividad antiinflamatoria directa, consecuencia de su actividad antibacteriana. Los componentes fenólicos de la miel también pueden estar involucrados en esta acción, ya que se ha demostrado que puede inhibir la producción de la citoquina “factor de necrosis tumoral alfa (TNF-a)», una proteína liberada por las células del sistema inmunitario que interviene en la inflamación.

 

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Como hemos observado, los beneficios de la miel de abeja (Apis mellifera) se conocen desde hace miles de años. En concreto, la miel de flores silvestres ha sido utilizada desde la antigüedad por su valor nutritivo y medicinal. No te quedes sin disfrutar de la miel de flores silvestres “VerdeMiel”, una variedad que refleja en su sabor la riqueza de los paisajes de Sierra Morena.

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¿Quieres seguir aprendiendo sobre los beneficios de la miel? Mira este artículo:

Valor medicinal de la miel: beneficios en la salud humana, con especial referencia en sus efectos sobre la regulación glicémica

 

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